No puedes mirar al Sol a través de un telescopio, puedes arruinarte los ojos o quedarte ciego por completo. Llama y energía furiosa, poder y furia: estos son los componentes de esta estrella. Pero le da a las personas calidez y luz, sin las cuales no habría vida en el planeta Tierra.
Instrucciones
Paso 1
El sol es la estrella más grande de nuestra galaxia. Esto es a pesar del hecho de que el Sol lleva el "título" de la Enana Amarilla. El diámetro de esta estrella es 1.400.000 km, que es aproximadamente 109 veces el diámetro de la Tierra, y el diámetro de la estrella supergigante Betelgeuse es 850 veces el diámetro del Sol. Sin embargo, incluso Betelgeuse está lejos de ser la estrella más grande del Universo. La distancia entre el Sol y la Tierra es de 150 millones de kilómetros o 93 millones de millas. La luz del sol cubre esta enorme brecha en solo ocho minutos
Paso 2
A pesar de su pequeño tamaño, el Sol tiene una temperatura superficial de 6.000 grados Celsius o 10.800 grados Fahrenheit, y en el mismo centro de la estrella la temperatura es de aproximadamente 15-18 millones de grados Celsius. El sol está hecho de hidrógeno y helio, pero debido a estas altas temperaturas, estas sustancias se encuentran en estado de plasma. Esta estrella produce 3.000.000,0000.000 megavatios de energía. Gran parte de esta inmensa fuerza y poder simplemente se disipa en el espacio
Paso 3
Pero parte de ella sirve a la Tierra como fuente de luz y calor. La energía se lanza al espacio como resultado de constantes y poderosas explosiones en la superficie del Sol. Como resultado, surge la radiación, que ya nos llega en forma de ondas electromagnéticas. Estas explosiones se deben a la fusión termonuclear que tiene lugar dentro del núcleo de la estrella, que es unas 10 veces más denso que el plomo y es el lugar ideal para dicha fusión. Los átomos de hidrógeno se comprimen tanto que se forma helio
Paso 4
Debido a la poderosa colisión de protones, la energía resultante se libera en forma de explosión y llega a la Tierra en forma de fotones. Pero en diferentes épocas del año y del día, la luz y el calor se distribuyen de manera desigual por todo el planeta. Cuando un lado de la Tierra mira hacia el Sol, es de día. El planeta gira sobre su eje y el día es reemplazado por la noche y la noche por el día. Las estaciones cambian de acuerdo aproximadamente con el mismo principio, solo que en este caso todo depende de la inclinación de la Tierra en relación con el Sol.