El columbario, que apareció en la antigua Roma, todavía se utiliza para preservar los restos de los difuntos. Es una alternativa a los lugares de enterramiento tradicionales, preservando la memoria imperecedera de un ser querido en nichos cuidados debajo de una tableta de mármol.
Desde la antigüedad, la humanidad se ha negado a creer que toda existencia termina con la muerte. A los romanos se les ocurrió una hermosa leyenda que dice que después de la muerte, el alma de una persona se convierte en paloma. Reemplazaron las palabras "muerte", "funeral" por cualquier otra. Aquí es donde comenzó la tradición: el lugar de enterramiento se llamaba "columbario", que traducido del latín significaba "palomar". En la antigua Roma, se construyeron en forma de grandes edificios, en cuyos nichos semicirculares se llevaban a cabo los entierros.
Funeral ardiente
En la práctica de los funerales cristianos, la quema de los difuntos durante mucho tiempo se consideró pagana y estaba prohibida. Sin embargo, en el siglo XVI, cuando surgieron epidemias de enfermedades terribles en Europa, la cremación se fue poniendo en práctica gradualmente. Al principio, se usaban piras funerarias para esto, pero este no era un método muy efectivo.
A finales del siglo XIX, un ingeniero alemán Siemens desarrolló un diseño de horno en el que se utilizaba un chorro de aire caliente para quemar cuerpos. El primer crematorio se construyó en Milán, Italia, poco a poco la práctica de la construcción se extendió por toda Europa. En la URSS, el crematorio se construyó por primera vez en Moscú en 1920.
Junto a los crematorios se erigieron muros con numerosos nichos, donde se instalaron urnas con cenizas después de la quema. Las urnas estaban cubiertas con tablillas de mármol, que indicaban el nombre del fallecido y los años de su vida. Los nichos eran muy similares a las jaulas de palomas; el nombre romano olvidado se recordó de inmediato. Así es como los lugares de enterramiento recibieron el nombre: "cementerio de columbarios".
El ultimo refugio
The Walls of Sorrow es un tipo de entierro muy conveniente; no requiere mantenimiento, a diferencia de los entierros conmemorativos tradicionales. Las tablillas de mármol que cubren un lugar separado en el columbario conservan su atractivo aspecto durante muchos años. Como regla general, los bancos y los cenadores se instalan en los lugares de enterramiento después de la cremación, en los que los familiares y amigos pueden rendir homenaje a la memoria de una persona querida. Los muros del dolor tienen un aspecto estético y digno. La cremación se ha generalizado recientemente en las grandes ciudades debido a las siguientes ventajas:
- una urna con cenizas no ocupa mucho espacio utilizable;
- es posible enterrar un nicho en cualquier momento, independientemente de cuánto tiempo haya pasado desde la instalación de la primera urna;
- la estacionalidad no afecta la instalación de la urna;
- no requiere costes de material y mano de obra importantes.
El Muro del dolor es una buena alternativa al entierro tradicional en el suelo. Los entierros después de la cremación en nichos de pared tienen una larga historia, este método tiene sus propias ventajas. Sin embargo, lo principal no es cómo se entierra el cuerpo humano, sino si será recordado con respeto, transmitiendo el recuerdo a los descendientes.