La sonda lambda es un sensor de oxígeno que forma parte integral de los sistemas de escape. Para que no falle, es necesario instalar un enganche. Sus características y tipos le permitirán elegir el modelo más adecuado, lo que contribuirá a un control preciso del contenido de oxígeno.
Característica
La sonda lambda es una parte integral de los sistemas de escape que tienen un estándar ambiental de al menos EURO-4. Gracias a él, es posible controlar el nivel de oxígeno antes y después del catalizador. Cabe señalar que la sonda lambda no está reparada. Si se vuelve inutilizable, debe reemplazarse por una pieza nueva. Por lo general, errores como PO167-PO130 indican esta necesidad. Por eso es necesario cuidarlo.
Para que el motor no entre en funcionamiento de emergencia debido a una avería del catalizador, es necesario controlar el consumo de combustible y corregir la señal de la CC. Este papel lo asume el inconveniente. Si el automóvil cumple con EURO-4, entonces el sistema de escape contendrá al menos dos sondas lambda, una de las cuales está antes del catalizador y la otra después.
Puntos de vista
En total, se inventaron tres tipos de trampantojo: estimulador electrónico, mecánico y electrónico para el funcionamiento de la sonda lambda. Se diferencian, en primer lugar, en precio. El enganche mecánico es el más simple, por lo tanto, el más barato. Suele estar fabricado en acero resistente al calor y es capaz de soportar 650 ° C.
La esencia de su trabajo radica en la entrada de gases de escape en el volumen del espaciador a través de un pequeño orificio. En su volumen, el exceso de CH y CO es oxidado por el oxígeno, como resultado de lo cual su concentración disminuye. Esto cambia las sinusoides de la señal y la electrónica piensa que el catalizador está funcionando normalmente.
Los otros dos tipos son funcionales y resistentes, pero su coste es demasiado elevado. El enganche electrónico está diseñado para garantizar el funcionamiento correcto del control del motor cuando el catalizador se retira o está defectuoso.
Podemos decir que ese inconveniente es un microprocesador de un solo chip que conoce la situación que ocurre con los gases de escape cuando pasa el catalizador. Como resultado, procesa la señal suministrada por el sensor de contenido de oxígeno inicial y genera una señal similar a la suministrada por el segundo sensor con un catalizador de trabajo.
Es mejor elegir una mezcla mecánica, porque contiene un elemento catalítico de platino-rodio, similar a la matriz del catalizador original. Gracias a esto, el sensor de la sonda recibe información sobre la mezcla aire-combustible que cumple con los estándares ambientales globales.