Al crecer, los niños sienten la necesidad natural de ampliar su círculo de contactos. La socialización juega un papel muy importante en el desarrollo del niño, cuyas bases se establecen en la familia.
La socialización es un proceso que requiere mucho tiempo durante el cual se introduce al niño en las habilidades del comportamiento en la sociedad. A diferencia de los animales, donde las tácticas de comportamiento están dictadas por los instintos, para sobrevivir, una persona necesita límites claros, una especie de "reglas del juego" adoptadas en la sociedad. Los profesores caracterizan brevemente la socialización con tres conceptos básicos: educación, formación y desarrollo de la personalidad.
Las habilidades de socialización se establecen en la familia en los primeros años de vida, por lo que es importante que los padres den un ejemplo digno, estén atentos al resto de la familia, amigos y parientes, y también sigan los valores y normas. que se inculcan en el niño. Cualquier declaración de los padres es percibida por el niño como autoritaria. Es muy probable que un hijo o una hija mayor resuelva los problemas y los trate exactamente como lo hacen sus padres, hermanos y hermanas.
Esta etapa de socialización comienza en equipo, fuera de la familia paterna. El grupo se está expandiendo, hay una especie de "conflicto" de las reglas de muchas familias. Por ejemplo, un niño considera normal compartir una comida por igual, mientras que a otro se le dice que necesita tomar una porción más grande. Los maestros o padres competentes regulan este proceso y continúan explicando al niño las reglas y normas que operan en la sociedad.
Aparecen objetivos y tareas grupales, que también deben resolverse juntos. En el futuro, es más fácil para un niño adulto socializado interactuar en un colectivo de trabajo o sentirse como “suyo” en cualquier empresa.
Se destacan los roles en el equipo: líderes y forasteros, reglas de comportamiento e interacción con ellos. Aquí es importante inculcar valores como la compasión, la moderación, la lealtad, que definitivamente serán útiles en la edad adulta.
Los padres en esta etapa de socialización de sus hijos deben prestar atención a la moralidad de aquellos grupos donde el niño se encuentra constantemente (ya sea una empresa en la calle o un círculo de dibujo). Un hijo o una hija llevará todos los modelos de comportamiento a la edad adulta, sobre su base construirán relaciones maritales, relaciones con sus hijos e interactuarán en un trabajo colectivo.
Con los años, la socialización se vuelve más complicada, la cantidad de personas y grupos con los que el niño interactúa se está expandiendo. Pero estas son etapas necesarias en la formación de la personalidad de una persona, y las dificultades que surgen en su camino, atemperan su carácter y ayudan a consolidar los modelos de comportamiento necesarios en la sociedad.